Hay mucha oferta supuestamente ecológica en las tiendas, pero ciertos tipos de productos podrían ser llamados con un nombre español muy bonito: pijadas. Si tenéis ingresos limitados, los podéis dejar fuera de vuestra lista de compra. No son productos malos, pero se puede vivir sin ellos y seguir siendo verde.

1. Productos de limpieza ¨verdes¨: Nunca he comprado ni un producto de limpieza verde y me parecen un poco innecesarios. Hay muchísimas alternativas caseras para la mayoría de ellos. Vinagre y bicarbonato de sodio hace milagros en la mayoría de casos (y normalmente entran como ingredientes más importantes en los productos ecológicos de las tiendas). Los que son más valientes incluso puede probar recetas de champú casero. 

2. Semillas chía, quinoa y otros ingredientes que nos sabemos bien como pronunciar: Me encanta la comida particular y bien hecha (tengo 6 tipos de arroz en casa), pero la comida sostenible no debe ser rara - comida a base de vegetales lo más posible, comida local y de temporada, poca carne y poca comida prefabricada. Es tan sencillo (y barato). Una de mis comidas preferidas es una ensalada que me recuerda la casa de campo de un amigo nuestro. Cada vez cuando vamos ahí él sale fuera para coger un par de cebollas y tomates de su jardín. Le añade aceitunas, aceite y un poco de sal. Una comida muy española, muy "normal" y muy sostenible. El secreto es sencillo - come como solía comer tu abuela - y en mayoría de los casos será suficiente.

3. Atrapasueños y ropa hippy: Para mi decorar tu casa con decoraciones étnicas, comprar collares de semillas y ir a clases de yoga no es la única opción de ser verde. No me gusta cuando el movimiento verde se conecta con uno único tipo de personas. Ser verde significa pensar en los efectos de nuestras decisiones de todos los días, y no implica vestirse o decorar la casa en cierto estilo. La manera de ser verde de una niña de 15 años será diferente de la de una mujer - directora del banco, y es normal. Un cristiano, un ateo y un musulmán - todos pueden (y deben) preocuparse por su entorno. Ser verde no es solamente cosa de los estudiantes utopistas y "frikis". Como ejemplo puedo dar la asociación Columbares, que ya son dos años que lleva al cabo actividades de educación medioambiental con grupos en riesgo de exclusión social - drogodependientes, personas mayores, personas en cárceles - y tienen éxito.

4. Productos en envases de color verde y Eco o Bio en su nombre: A mi me dan muy poca confianza los productos muy caros y con nombres de el nuevo, megaeco- superbio- etc. en su nombre, ya que muchas veces detrás de esto esconde algo en realidad muy poco ecológico, un producto innecesariamente complicado, o un producto producido por una empresa con malas prácticas. En general os aconsejo no confiar simplemente en el envase - hay que buscar y leer más. La página web www.ethicalconsumer.org está recopilando información sobre muchos tipos de productos y sus productores, y os puede servir de ayuda.

Para mi el producto verde debería ser el producto "normal", no algo excepcional. Como ejemplo genial os puedo mencionar un producto tan diario como el gel de ducha. En tiendas ecológicas podemos comprar botellitas pequeñas de gel de ducha con esencias de plantas exóticas y desconocidas, que valen 10 euros por lo menos. Por otro lado, hay Sanex Zero, que se puede encontrar en cualquier supermercado, es muy barato, tiene el sello oficial de de UUEE por ser producto ecológico y tiene incluso eco pack, que te ayuda de ahorrar 73% del plástico. Y funciona fenomenal para todos tipos de piel!

5. Escapadas a resortes ecológicos y otras cosas de lujo. Un paseo por el monte al lado de tu casa es más sostenible que una escapada a un resorte ecológico en Fiji. Ir a la casa de campo de tus abuelos y ayudarles con su huerto son vacaciones sostenibles. Participar en algún proyecto de voluntariado social local son vacaciones solidarias. No hay que ir lejos para tener una experiencia maravillosa con nombre llamativo.

Otro tipo de productos de que quiero hablar son cosas innecesarias, que consumimos sin pensar mucho. Gastamos dinero innecesariamente y lo gastamos mal. Si todos conseguiríamos quitar las cosas mencionadas en esta lista de nuestra vida, el mundo sería mucho mejor y nuestro bolsillo más lleno.

1. Coca Cola: Coca Cola es mi gran enemigo. En general casi siempre evito la producción de grandes empresas, pero Coca Cola para mi es un caso especial y simbólico - es una empresa mala, pero mala de verdad. No quiero dar mi dinero para una empresa que es mala para mi, para la sociedad y medio ambiente (a pesar de lo que dicen sus publicidades). Un estilo de vida sostenible no es compatible con consumo de  Coca Cola (y otras bebidas producidas por la misma empresa). Y sabéis que? No es la Coca Cola la razón para salir a tomar algo. Son vuestros amigos.

2. Carne (ecológica) todos los días: Carne es un producto tan pesado para el medio ambiente, y conlleva tantos problemas éticos, que, incluso si uno puede permitirselo, comer carne ecológica todos los días no es sostenible. Uso de agua y territorio, así como la producción de las emisiones, es simplemente demasiado grande.

3. Bolsas de plástico: Cada vez cuando hago la compra en una tienda ecológica o un herbolario, y me ofrecen una bolsa de plástico, me enfado un montón. A pesar de que uno puede mirar las bolsas de color verde y frases del estilo ¨no soy una bolsa de plástico¨ y ¨salvamos al mundo" como algo superficial y como un artículo de gafapastas, las bolsas del plástico presentan un problema bastante gordo por las dificultades que presentan en la hora de ser recicladas, por su cantidad y se tendencia de volar donde el viento sopla. Dejar de utilizar las bolsas de plástico puede parecer simplemente un gesto simbólico (y claramente tiene que ser acompañado por unos decisiones más serios), pero es imposible ser una persona verde y seguir utilizándolas.

4. Un móvil nuevo todos los años: la producción de móviles conlleva muchos problemas sociales y medio ambientales en la hora de producir, y los productos de tecnología son difíciles de reciclar en general, y a veces su "reciclaje" no es reciclaje. Y, honestamente, la mayoría de la gente que compra la tecnología más nueva no lo hacen por necesitad - lo hacen para ponerse chulos y descargar un montón de chorradas, que después no utilizan. Es un gasto inútil y perjudicial, que no aporta casi nada a nuestra calidad de vida. Otra vez - nos son los móviles que nos hacen felices, son los amigos a quien podemos llamar.

5. Agua embotellada: Tenemos que estar bien hidratados. Debemos beber dos litros del agua al día. Si, pero no de agua embotellada. Cualquier persona que anuncia su preocupación por el medio ambiente, pero de manera regular compra agua embotellada (por mucho que lo hace para ir a sus clases de yoga en un jardín relajante y escuchar música de meditación) a mi me parece un poco ridículo. Agua embotellada conlleva muchos problemas - la gran cantidad de las botellas producidas de esta manera (y reciclaje no es la respuesta  - hay que reducir y reutilizar antes del reciclaje), grandes conflicto sobre el agua en diferentes regiones del mundo y el hecho que muchas veces lo que nos intentan vender como agua embotellada es agua del grifo limpiada. Hay un documental muy bueno que habla directamente sobre el agua embotellada  Tapped.  Os aconsejo verlo. A parte de todo esto, comprar agua embotellada sale caro. Hay una respuesta muy sencilla, más barata y más cómoda que agua embotellada - filtros de Brita. El agua sabe bien, sale más barato y nunca tenemos peligro de quedarnos sin agua en una noche de agosto (que en Murcia, donde vivo yo, no es agradable para nada)

Espero que os ha servido de algo esta lista. Lo que quería mostrar con este artículo es que ser verde no debe ser caro o lujoso. El estilo de vida verde es accesible a todos, y incluso es más barato que el estilo de vida consumista. Y ahora - a repensar nuestra cesta de compra!