El tamaño importa o ¨De donde eres?¨

jueves, 1 de marzo de 2012 - Publicado por Unknown en 9:53
¨Perdona, señora ¿Letonia es su nombre o apellido?¨ un día me preguntó la bibliotecaria después de pasar 10 segundos muy largos mirando mi pasaporte.

¨Es mi país,¨ dije yo. Mi chico, que estaba esperando a mi lado dio la vuelta y salió fuera a reírse. Yo me quedé ahí hasta que la mujer me pasó mis libros. Aproveché del tiempo y observé el mapa de Europa, que estaba colgada justamente en frente. Ahí, entre varias manchas de color más grandes y más pequeñas que representaban los países había uno también para Letonia. La bibliotecaria, a pesar de pasar días con el mapa en frente, no se había dado cuenta que Letonia no es ni nombre ni apellido. Por minúsculo que sea, sigue siendo un país. 

Justamente el mismo día pasó otro evento. Mi chico, que está estudiando y trabajando al mismo tiempo fue a un encuentro peligroso - ver un profesor por primera vez y intentar ajustar el gráfico de las prácticas al gráfico del trabajo. Mi chico es un italiano. El profesor un argentino de origen italiana. Hay que decir algo más? Risas, abrazos, discursos sobre Roma y las prácticas arregladas. 

Cómo siempre, el coche es el lugar donde empiezo a dar vueltas a lo que me ha pasado. En coche y fregando los platos, estos son los dos momentos críticos. Empecé a pensar en los inmigrantes que conozco, sus países y reacciones de la gente. El tamaño importa. En realidad más que el tamaño, la fama que tiene el país.

Para empezar, os cuento un par de historias tontas. Una letona se quejó de que su suegro español, siempre cuando muestran en la tele Medvedev o Putin, la llama para decirle: ¨Mira, mira! Tu presidente está hablando!¨ ¨Pero yo soy letona y ellos son rusos!¨ ¨Si, si, pero tu presidente está hablando¨. Para el los letones son cómo los catalanes o los vascos. Los argumentos que Letonia es un país independiente no lo convencen. Ella ha dejado de explicarle la política y la historia. Acepta Putin cómo su presidente y punto. Yo he dejado de convencer los tíos de la tienda marroquí a lado de nuestra casa, que no soy lituana sino letona. Ellos me llaman letuana y lo dejamos así. Debes elegir tus luchas.

Y los letones no somos los únicos: las historias de la pobre chica de Macedonia, que le tocó explicar a todo el mundo que Macedonia, a parte de ser comida también y de verdad es un país, son divertidas. La chica checa, que tuvo que explicar que no viene de Checoslovaquia y que ese país ya no existe, ella también ha tenido que aguantar cosas. Mi chico, por otro lado, cada dos por tres empieza discursos sobre cocina italiana después de sacar su DNI para pagar con la tarjeta. ¨Eres Italiano, si?¨ Y así se empieza.

Para los que no lo saben: Letonia.
Hay también ventajas en todo esto. Durante mi SVE (Servicio de Voluntariado Europeo) en Lorca a las voluntarias nos tocó estar en frente de una sala de informática gratuita. A parte de gente simpática que venía ahí a buscar trabajo y hablar con su familia, habían muchos chicos que venían simplemente a ligar chicas en internet y, con la misma, también nosotras, las voluntarias. Conmigo los discursos eran cortos: ¨Hola, guapa! Eres la nueva voluntaria, si?¨ ¨Si!¨ ¨Y de donde eres?¨ ¨Letonia¨. Me encantaba ese momento. Era precioso ver sus caras. Se podían oír las ruedas pequeñas dando vueltas en sus cabezas: Que le digo, que le digo, que le digo? Que se de ese lugar y donde coño está? ¨Aah, Letonia¨ ¨Si! Vienes a la sala de informática? Aquí tienes tu número¨. Fin del discurso. Con una cara un poco confundida los chicos se fueron a utilizar los ordenadores. No habían conseguido impresionarme o sacar el discurso para adelante mencionando algo sobre mi país.

Franceses, italianos y portugueses no llegan a entenderlo. Yo miré con fascinación a mi compañera de voluntariado, la francesa. No es que yo tengo dificultades en empezar un discurso, pero la francesa lo tenía  mucho más fácil. ¨Soy francesa¨. La frase mágica. ¨Ah, yo he estado en París, mi hermana vive por ahí, siempre he querido mejorar mi francés, cuando yo era pequeño tuve una amiga que era francesa...¨ Y así te sale de que hablar para horas y horas. Lo mismo pasa con los italianos. ¨Ah, y que tal Berlusconi?¨ ¨Una mierda. Lo último que hizo fue...¨ Y otra vez hay una conversación de un par de horas, mientras yo quedo ahí a lado. No es que soy aburrida (por lo menos creo que no lo soy), pero con los italianos y franceses es difícil competir a la hora de romper el hielo. Y a mí esto a llegado a dar rabia. No hay justicia en el mundo, no hay.

No sé que pasa a los Africanos y a la gente de América Latina. Creo que para muchos españoles África sigue siendo un país, no un continente (a parte de de Marruecos, que si la gente ve cómo algo distinto). Eres Africano y punto. Los de América Latina creo que lo tienen un poco más fácil. Forman parte de la hermandad latina, pero yo que sé. Que lo dicen ellos.

Pues, lo que si quiero que hagáis es que la siguiente vez cuando una persona os dice que viene de un país pequeño y desconocido, preguntadle cosas. Muchas cosas. El o ella lo va a apreciar, seguro!